Según el Estudio Sanitas “El Alzheimer en España: percepción social sobre la enfermedad y los cuidadores”, nueve de cada diez personas creen que hace falta más información para los cuidadores de personas con Alzheimer. Además, el 64% de los españoles considera que, en fases avanzadas, lo mejor es que la persona reciba atención en una residencia especializada, un 32,6% opina que los cuidados se pueden prestar en casa y solo un 3% piensa que debería encargarse la familia por completo.
El esfuerzo que supone cuidar a alguien con Alzheimer tiene consecuencias reales: el 74% de los cuidadores se siente físicamente agotado, el 71% experimenta tristeza o depresión y el 70% vive con estrés constante. Casi la mitad de la población cree, además, que la información existente está dirigida solo a profesionales, dejando a los cuidadores con pocas herramientas para afrontar el día a día.
Aun así, cuidar con ayuda profesional tiene beneficios claros. El 72% de los españoles cree que el cuidado especializado puede mejorar el estado cognitivo de la persona con Alzheimer, y casi la mitad opina que puede frenar el avance de la enfermedad. La atención cercana y humana, la vigilancia constante y los programas adaptados de estimulación son los aspectos más valorados, y la tecnología ayuda a mantener la comunicación entre familias y profesionales, haciendo que todos se sientan más acompañados.
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